LA
BATALLA DE VITORIA 1813
Introducción
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Wellington |
A finales del 1812 la
derrota en Rusia planea sobre el imperio. Napoleón debe retirar tropas de la
península y José Bonaparte sale de Madrid el 17 de marzo rumbo a Valladolid. La
abandona el 3 de junio, dirigiéndose a Palencia, y posteriormente a Burgos
saliendo de la ciudad castellana el día 13 de junio. Finalmente, después de
pasar por Miranda de Ebro, los soldados imperiales acampan el 19 de junio en la
Llanada de Vitoria.
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Jourdan |
La posición que habían
tomado los franceses era la siguiente:
en el alto del Zadorra las tropas de Reille ocupaban Durana, Gamarra Mayor y
Abechuco, con fuertes regimientos de dragones a retaguardia entre Arriaga, Ali,
Zuazo y Lermanda. En el centro desde Margarita por Trespuentes y Villodas hasta
Subijana se extendió el ejército de Andalucía, del conde Gazan, cuya división
Maransin se posesionó de los altos de la Puebla desde el boquete hasta Zumelzu.
En segunda línea y como reserva, se colocó el ejército del conde D’Erlon, extendido desde las alturas inmediatas a Vitoria, por Gomecha hasta
Ariñez. Toda la carretera de Francia desde Vitoria hasta Arlaban, estaba
ocupada por el convoy, por la artillería de sitio, coches en que iban las
familias fugitivas y por grandes recuas de caballerías cargadas. Al otro lado
del puerto de Salinas, y sin tener noticia de cuanto pasaba, estaban Maucune,
que había llegado con su convoy a Escoriaza y Mondragón, y el ejército del
general Foy, de 10.000 hombres, que para desgracia de los franceses no acudió
tampoco a tomar parte en la batalla.
DESARROLLO
DE LA CONTIENDA
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Pablo Morillo |
Sobre las 8:30 la brigada Cadogan es enviada en
apoyo de las tropas de Morillo. En el enfrentamiento, Cadogan es mortalmente
herido y sigue el transcurso de la batalla apoyado en dos mochilas.
Hacemos un salto en el
transcurso de la batalla, hasta las 5:00
de la tarde.
Flanco
izquierdo del ejército francés
Hacia
las 5 de la tarde las tropas de Leval que combatían en
Ariñez comienzan su retirada hacia el sudoeste. Este movimiento provoca una
brecha en el frente que hace que los aliados la utilicen como principal punto
de hostigamiento. Gazan, al frente del ejército de Andalucía, vio lo que se le
venía encima, sin pensar en D’Erlon, ni en el ejército del Centro que todavía
estaba luchando en la Llanada, y decidió sin ninguna orden, retirarse hacia el
este. Gazan pudo ver que los aliados estaban bordeando su flanco derecho, por
el lugar dejado por las tropas de Leval, y que los hombres de Cameron empezaban
a aparecer por su flanco izquierdo, y dio órdenes de retirarse de la posición
que estaban manteniendo a lo largo de la línea Gomecha-Esquivel.
D'Erlon |
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Thomas Picton |
Esta retirada sin permiso comprometió
seriamente a D’Erlon cuyo flanco izquierdo quedó comprometido, mientras la 2ª y
4ª divisiones del ejército de Wellington estaban adentrándose a lo largo del
Camino Real por la grieta que se había producido en el frente. El juego
probablemente se había decidido en el momento en que Picton había arrojado a
Leval de Ariñez atravesando el centro izquierdo francés. Con los aliados
avanzando a lo largo de la cima de los Montes de Vitoria, había una pequeña
posibilidad de que Gazan mantuviera su posición con su flanco izquierdo.
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Gazan |
Zona
central del ejército francés
Mientras tanto, D’Erlon
luchaba desesperadamente por contener la marea de tropas aliadas que se
dirigían hacia el este a lo largo de la Llanada. Cuando Gazan se había ido de
su izquierda, había poco proyecto de éxito para él. Sus hombres estaban siendo
barridos tanto de la localidad de Crispijana como de la de Zuazo, forzándole a
ocupar una línea que iba desde Ali a Armentia. Ésta fue su posición final
durante la batalla. Hay que decir a favor de D’Erlon que continuó luchando por
retener a la 3ª división, incluso a la 2ª y a la 4ª cuando amenazaban su flanco
izquierdo. D’Erlon tenía 30 cañones que causaban estragos entre las líneas de
la 3ª división. Sin embargo, D’Erlon estaba derrotado. Por un flanco izquierdo Grant,
y Colville y Vandeleur en su flanco derecho habían sobrepasado la localidad de
Ali. D’Erlon y el ejército del Centro eran superados por los dos flancos.
Además, también se producía el avance de tres brigadas británicas a lo largo
del Zadorra que les llevaría rápidamente a contactar con Graham, que combatía
con Reille y el ejército de Portugal en el norte de Vitoria.
D’Erlon no era ningún
loco y podía ver que la situación era insostenible. Por lo tanto, no fue
ninguna sorpresa cuando alrededor de la 5:30
de la tarde recibió una orden de José Bonaparte en la que le ordenaba una
retirada general.
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Evolución de la batalla |
RETIRADA
FRANCESA
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Francisco de Longa |
La única salida posible
era el camino que iba a Salvatierra y conducía a Pamplona. Era un camino de
herradura y no estaba en buenas condiciones. José Bonaparte ordenó a D’Erlon y al ejército del Centro que
se retirara por la vía que transcurre al norte de Vitoria para evitar coincidir
con Gazan y el ejército de Andalucía, el cual se estaba retirando por el sur de
Vitoria.
Flanco
derecho del ejército francés
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Graham |
Aunque el flanco
derecho de D’Erlon estuviera superado, el inmediato peligro que acechaba a
Reille venía de su retaguardia izquierda, las tropas británicas habían
comenzado a empujar al este desde más allá de la localidad de Ali. No tenía
sentido mantenerse en sus posiciones. A pesar de las órdenes de quedarse hasta
que el ejército del Centro hubiera pasado, Reille mandó una inmediata retirada desde las posiciones que se ocupaban
a lo largo del Zadorra.
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Ataque en Gamarra Mayor |
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Carga de los húsares franceses |
Esta arriesgada empresa
se fue realizando sin mayor dificultad, seguidos por los hombres de la 5ª
división de Oswald que venían desplegándose a
través del Zadorra en su persecución.
En Durana, mientras
tanto, las tropas franco-españolas bajo el mandato de Casapalacios simplemente
se habían escabullido a través de las colinas al noreste de Vitoria con los
hombres de Longa siguiéndoles.
El ejército de José se
enfrentaba ahora a la difícil tarea de salir de La Llanada que, de hecho,
estaba parcialmente bloqueada por la misma ciudad de Vitoria. El francés
también tenía un sinfín de impedimentos –el gran convoy del tesoro, carretas,
el tren de equipaje, el parque de artillería y los cañones-. Era el caos, causado
por esta gran obstrucción, combinada con la derrota del ejército francés, lo que
llevó a increíbles escenas de desorden e increíble anarquía.
El Ejército de
Wellington llegó como una apisonadora destruyendo cualquier resistencia
ofrecida por los restos del ejército que huía hacia el este.
Al norte de Vitoria las
tropas de D’Erlon se estaban retirando en total desorden a través de los campos,
y a lo largo de caminos en malas condiciones, con la 3ª división
persiguiéndoles.
Reille
(artífice de la salvación del ejército francés)
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Reille |
Flanco
izquierdo del ejército francés
En otra parte, las
cosas no iban bien para los franceses. Al sur de Vitoria, el ejército de Gazan
se estaba diseminando a través de los campos, cruzados por caminos que tenían
dirección norte-sur, en vez de este-oeste. Así, los fugitivos fueron forzados a
ir campo a través en su intento de salvación. Había poco tiempo para organizar
la huida: era el “¡sálvese quien pueda!”. Las armas y equipamientos fueron
desechados, y los carros de equipaje abandonados, mientras los cañones y los
carros de munición fueron dejados en los campos. Los pocos cañones que se
habían intentado mover, rápidamente se quedaron atascados en el terreno
cenagoso y los tuvieron que dejar a las tropas aliadas. De hecho, Gazan dio
órdenes de abandonar toda su artillería.
Mientras tanto las
tropas de Cameron y Morillo habían comenzado a descender desde los montes de
Vitoria, incluso a provocar el pánico entre las filas francesas ya que empezaron
a presionar la retaguardia de los fugitivos, y cuando las primeras pistolas se
escucharon desde la caballería de Wellington, los húsares de Grant tomaron un
atajo a través de las afueras de Vitoria y la situación se tornó en un caos.
CONVOY
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José I Bonaparte |
En aquellos días, en
concreto el 19 de junio, había llegado un cargamento desde Francia que contenía
no menos de cinco millones y medio de francos de oro para el tesoro real. Este
premio era el que iba a convertir en soldados de una voracidad infame a los
miembros del ejército de Wellington. La situación podría haber sido peor para
los franceses si parte del convoy no hubiera salido el mismo día 19 de junio
por la carretera de Francia, bajo el mando del general Rey, que había sido
recientemente nombrado comandante de la guarnición de San Sebastián. Maucune
había abandonado también la ciudad a
primeras horas de la mañana del día mismo de la batalla con otra parte del
convoy. Sin embargo quedaban todavía alrededor de 2.000 vehículos
obstaculizando las salidas desde Vitoria al este de la ciudad, tanto como la
gran cantidad de personal no militar, quienes habían estado siguiendo el
progreso de la batalla aumentando la ansiedad. Poco a poco los proyectiles
aliados comenzaron a explotar en los alrededores de Vitoria y la angustia
rápidamente se convirtió en histeria y pánico, que aumentó cuando las primeras
tropas del ejército Sur de Gazan comenzaron a sobrepasarlos en oleadas desde el
campo de batalla. Todo esto, solo servía para aumentar el atasco a lo largo del
estrecho camino a Salvatierra, que era la única dirección para la salvación de
las fuerzas derrotadas de José Bonaparte.
Huida
de José Bonaparte
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Ataque húsar a la retaguardia francesa |
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Orinal real |
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Apresamiento del carruaje del rey |
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Carga del 13º de Dragones Ligeros |
Además se perdió la
oportunidad de acabar con el ejército francés por una vieja enfermedad del
soldado británico: el deseo del saqueo. Esto no estaba solo limitado a la caballería, también la
infantería había parado para llenar sus bolsillos. De este modo se permitió a
los franceses escapar tan lejos como pudieron.
LA
PERSECUCIÓN DETENIDA
El final de la batalla
de Vitoria es bien conocido. Los hombres de Wellington se encontraron una
escena increíble como perseguidores del ejército francés: los campos cubiertos
por los restos del gran convoy de tesoros de José, sedas, libros, pinturas y
joyas, todo mezclado con los restos y desechos de guerra. El saqueo del convoy
empezó, sin embargo, con la huida de los soldados franceses que desvalijaron
sus propios carros. Los hombres de Wellington simplemente se unieron. Como en
Ciudad Rodrigo y Badajoz, no era inusual ver tanto amigos como enemigo
desvalijando un baúl y repartirse el contenido.
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Pillaje |
Los más importantes
carromatos eran los que habían llegado el 19 de junio trayendo millones de
francos de oro pertenecientes al subsidio francés. Wellington había esperado que esto llenara su propio baúl militar, y
pagar los atrasos que debía a sus hombres, pero quedó totalmente decepcionado
porque tan solo 250.000 francos fueron recuperados, el resto se lo llevaron los
soldados.
El tesorero de José,
Thiebault, fue tiroteado y muerto en el
acto al intentar defender la caja que contenía 100.000 francos.
Conclusión
Para terminar, unas
palabras atribuidas al conde Gazan: “perdieron todos sus convoyes y equipajes,
todos sus cañones, todo su dinero, todas sus provisiones y todos sus papeles;
de modo que nadie podía probar lo que se le debía, y que generales, oficiales y
soldados, viéronse reducidos a lo que llevaban encima, hallándose la mayor
parte hasta descalzos”. Jamás se vio
ejército peor empleado; apenas tomó parte en la refriega una mitad de las
tropas y sin embargo fue completa la
derrota, si bien el vencedor no supo tornarla en su provecho cual debiera.
El motivo por el que
hemos estado tratando el tema de “La Batalla de Vitoria” es por la presencia de
Askartza-Vitoria en la retirada francesa.
Askartza-Vitoria y los pueblos de su alrededor estuvieron
presentes durante la huida del ejército francés, una desbandada que comienza
aproximadamente a las 5:00 de la tarde.
Leval abandona su
posición en la localidad de Ariñez sobrepasando el Camino Real y se dirige hacia el flanco izquierdo en el que estaba el
ejército de Andalucía, cuando se descompensa todo el frente y antes de verse
superado por los dos flancos, el conde de Gazan al frente del ejército de
Andalucía manda la retirada de su ejército sin esperar órdenes de José
Bonaparte.
Según Becerro de Bengoa
en su obra “Descripción de la Batalla de Vitoria”: “Gazan pasó por Gomecha y
Armentia, y tomando el camino de Zumaquera se dirigió hacia Argómaniz.”
Camino de Aracaya que se dirigia a Ilarraza |
Río Oscuro desde el alto Petriquiz |
Río Oscuro |
Cuando en los años 60
del siglo XX se introdujo la tracción mecánica en los trabajos agrícolas, los
arados penetraban más en la tierra sacando al exterior balas de cañón de
diferentes calibres. Tipos de balas encontradas:
Las
balas de cañón eran bolas sólidas de hierro que variaban en tamaño y su peso: 3
libras, 6 libras o 12 libras.
Si
bien los hombres podrían ser aplastados por una Roundshot, rebotando en la
tierra seca el daño era aun mayor. En cambio en caso de lluvia la bala se
quedaría enterrada al tocar la tierra húmeda y se detendría.
Una bala de cañón impactando en un batallón en línea frontal golpearía, a lo sumo, a no más de 2 o 3 soldados, en cambio al hacerlo en una columna podría derribar a 20 o más infantes.
El Bote de metralla o Canister.
Era letal a corta
distancia. Construido de estaño fino, el bote estaba lleno de bolas de plomo de
hasta 200 gramos cada una y se rompían al salir del cañón.
La expansión de los proyectiles podría romper las filas enemigas, dejándoles enormes brechas en la línea.
La expansión de los proyectiles podría romper las filas enemigas, dejándoles enormes brechas en la línea.
Granada o Shell.
El shell era de piel
delgada, con un fusible de tiempo corto de modo que iba a explotar en el
interior de gran parte de las tropas enemigas. La cáscara al desintegrarse
rociaría de metralla un área grande, hiriendo o matando a tantos oponentes como
fuera posible.
Quiero dar mis agradecimientos a las familias Ortiz de Zárate, Caicedo y Arrausi de la localidad de Askartza-Vitoria por la información que me han facilitado.
Más información sobre la Batalla de Vitoria en la Llanada.
BIBLIOGRAFÍA
Becerro de Bengoa. Revista Contemporánea. “El
General Álava”. Madrid 1884.
Ian Fletcher. Vittoria 1813. Osprey Military. Campaign Series.
Conmemoración del 150 Aniversario de La Batalla de
Vitoria 1813-1963.Diputación Foral de Álava.
La Batalla de Vitoria 1813. El fin de la aventura.
Emilio Larreina. Almena Ediciones. Madrid 2009.
Internet.
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