viernes, 7 de junio de 2013

LA BATALLA DE VITORIA 1813



LA BATALLA DE VITORIA 1813
Introducción
Wellington
La ocupación francesa estaba en franco retroceso. En enero de 1812 Wellington conquistó Ciudad Rodrigo y en abril sería Badajoz. Posteriormente, en julio, se produjo la victoria de Arapiles y a continuación, en agosto, la entrada del duque en Madrid. Sin embargo, a partir del sitio al castillo de Burgos los franceses pasan a la ofensiva y Wellington vuelve a Portugal.
A finales del 1812 la derrota en Rusia planea sobre el imperio. Napoleón debe retirar tropas de la península y José Bonaparte sale de Madrid el 17 de marzo rumbo a Valladolid. La abandona el 3 de junio, dirigiéndose a Palencia, y posteriormente a Burgos saliendo de la ciudad castellana el día 13 de junio. Finalmente, después de pasar por Miranda de Ebro, los soldados imperiales acampan el 19 de junio en la Llanada de Vitoria.
Jourdan
La idea de Wellington era cortar la retirada a los franceses por el camino de Arlabán y al efecto se acordó que el general Graham avanzase con sus 20.000 hombres desde Murguía por Záitegui y Echávarri a tomar el alto de Araca y los puentes de Arriaga, Gamarra Mayor y Durana, colocado éste sobre la carretera de Francia. El general Hill debería emprender el ataque por la derecha, ordenándole, que con su ejército de 20.000 soldados se apoderase, en el extremo opuesto de la línea, del paso de La Puebla y de los montes que corren por Zaldiaran, entre la llanura y Treviño, mientras que Wellington con su cuartel general y las tropas de Beresford, atacaría el centro, tomando la dirección de Nanclares y Trespuentes. Estaban preparándose a marchar las tropas, para ocupar estas posiciones, cuando el 20 recibió Wellington un parte del alcalde de S. Vicente de la Sonsierra, anunciándole que la división francesa de Clausel había llegado desde Logroño y que se dirigía precipitadamente por Toloño a unirse al grueso de tropas imperiales. Esta noticia y el cuidado de que los franceses no ganasen la cordillera de Arlabán, le decidió a dar la batalla al amanecer del día 21. José descansó el día 20 en Vitoria y el mariscal Jourdan con fiebre lo pasó en la cama, y la única órden que dio fue la de enviar un convoy a Salinas de Léniz, escoltado por la división Maucune, con la esperanza de que Clausel llegara al día siguiente y de que Wellington no atacara  tan pronto.
Disposición de las tropas
 
Disposición de las tropas
La posición que habían tomado los franceses era  la siguiente: en el alto del Zadorra las tropas de Reille ocupaban Durana, Gamarra Mayor y Abechuco, con fuertes regimientos de dragones a retaguardia entre Arriaga, Ali, Zuazo y Lermanda. En el centro desde Margarita por Trespuentes y Villodas hasta Subijana se extendió el ejército de Andalucía, del conde Gazan, cuya división Maransin se posesionó de los altos de la Puebla desde el boquete hasta Zumelzu. En segunda línea y como reserva, se colocó el ejército del conde D’Erlon, extendido desde las alturas inmediatas a Vitoria, por Gomecha hasta Ariñez. Toda la carretera de Francia desde Vitoria hasta Arlaban, estaba ocupada por el convoy, por la artillería de sitio, coches en que iban las familias fugitivas y por grandes recuas de caballerías cargadas. Al otro lado del puerto de Salinas, y sin tener noticia de cuanto pasaba, estaban Maucune, que había llegado con su convoy a Escoriaza y Mondragón, y el ejército del general Foy, de 10.000 hombres, que para desgracia de los franceses no acudió tampoco a tomar parte en la batalla.
DESARROLLO DE LA CONTIENDA
Pablo Morillo
Comienza la batalla hacia las 8 de la mañana cuando la división  de Morillo asciende a los altos de La Puebla y obliga a retroceder a las fuerzas francesas hasta que el avance aliado es detenido por las tropas de Maransin.
Sobre las 8:30 la brigada Cadogan es enviada en apoyo de las tropas de Morillo. En el enfrentamiento, Cadogan es mortalmente herido y sigue el transcurso de la batalla apoyado en dos mochilas.
Hacemos un salto en el transcurso de la batalla, hasta las 5:00 de la tarde.
Flanco izquierdo del ejército francés
Hacia las 5 de la tarde las tropas de Leval que combatían en Ariñez comienzan su retirada hacia el sudoeste. Este movimiento provoca una brecha en el frente que hace que los aliados la utilicen como principal punto de hostigamiento. Gazan, al frente del ejército de Andalucía, vio lo que se le venía encima, sin pensar en D’Erlon, ni en el ejército del Centro que todavía estaba luchando en la Llanada, y decidió sin ninguna orden, retirarse hacia el este. Gazan pudo ver que los aliados estaban bordeando su flanco derecho, por el lugar dejado por las tropas de Leval, y que los hombres de Cameron empezaban a aparecer por su flanco izquierdo, y dio órdenes de retirarse de la posición que estaban manteniendo a lo largo de la línea Gomecha-Esquivel.
D'Erlon
Thomas Picton
Se pueden entender sus razonamientos: sus dos flancos estaban siendo superados, aunque en parte por su culpa. Después de que Leval fuera expulsado de Ariñez, él debería haberse retirado hacia el este, a lo largo del Camino Real, alineándose con el flanco de D’Erlon, el cual estaba anclado en los alrededores de la localidad de Zuazo. Gazan hubiera tenido que ordenar a Leval taponar la grieta abierta en Ariñez en vez de permitirle situarse al sur del Camino Real. Después de todo, Gazan debería tener un excelente punto de visión, desde su posición en las montañas sobre la localidad  de Gomecha, y seguramente había visto las consecuencias del error cometido.
 Esta retirada sin permiso comprometió seriamente a D’Erlon cuyo flanco izquierdo quedó comprometido, mientras la 2ª y 4ª divisiones del ejército de Wellington estaban adentrándose a lo largo del Camino Real por la grieta que se había producido en el frente. El juego probablemente se había decidido en el momento en que Picton había arrojado a Leval de Ariñez atravesando el centro izquierdo francés. Con los aliados avanzando a lo largo de la cima de los Montes de Vitoria, había una pequeña posibilidad de que Gazan mantuviera su posición con su flanco izquierdo.
Gazan
De todas formas, Gazan demostró una falta de lealtad, tanto a D’Erlon como a José Bonaparte. En vez de apuntalar la brecha producida en la línea del frente y moverse a su derecha y ayudar al ejército del Centro, simplemente la abandonó y se retiró hacia el este sin ser seriamente presionado por los aliados. Quizás Gazan no fuera el villano de toda la obra, pero si mereció compartir la culpa por el desastre que se estaba desarrollando.
Zona central del ejército francés
Mientras tanto, D’Erlon luchaba desesperadamente por contener la marea de tropas aliadas que se dirigían hacia el este a lo largo de la Llanada. Cuando Gazan se había ido de su izquierda, había poco proyecto de éxito para él. Sus hombres estaban siendo barridos tanto de la localidad de Crispijana como de la de Zuazo, forzándole a ocupar una línea que iba desde Ali a Armentia. Ésta fue su posición final durante la batalla. Hay que decir a favor de D’Erlon que continuó luchando por retener a la 3ª división, incluso a la 2ª y a la 4ª cuando amenazaban su flanco izquierdo. D’Erlon tenía 30 cañones que causaban estragos entre las líneas de la 3ª división. Sin embargo, D’Erlon estaba derrotado. Por un flanco izquierdo Grant, y Colville y Vandeleur en su flanco derecho habían sobrepasado la localidad de Ali. D’Erlon y el ejército del Centro eran superados por los dos flancos. Además, también se producía el avance de tres brigadas británicas a lo largo del Zadorra que les llevaría rápidamente a contactar con Graham, que combatía con Reille y el ejército de Portugal en el norte de Vitoria.
D’Erlon no era ningún loco y podía ver que la situación era insostenible. Por lo tanto, no fue ninguna sorpresa cuando alrededor de la 5:30 de la tarde recibió una orden de José Bonaparte en la que le ordenaba una retirada general.
 
Evolución de la batalla
RETIRADA FRANCESA
Francisco de Longa
El proceso de retirada frente a un enemigo avanzando con una solidez agobiante es un negocio muy peligroso en la mayoría de las veces. En Vitoria era particularmente complicado. La principal y lógica vía de escape a Francia había sido cortada por los hombres de Longa en las primeras horas de la tarde cuando (el ataque comenzó hacia las 12:30) tomó la localidad de Gamarra Menor
La única salida posible era el camino que iba a Salvatierra y conducía a Pamplona. Era un camino de herradura y no estaba en buenas condiciones. José Bonaparte  ordenó a D’Erlon y al ejército del Centro que se retirara por la vía que transcurre al norte de Vitoria para evitar coincidir con Gazan y el ejército de Andalucía, el cual se estaba retirando por el sur de Vitoria.


Flanco derecho del ejército francés
Graham
Esto dejaba a Reille y al ejército de Portugal con la difícil tarea de retener a los hombres de Graham hasta que las últimas tropas del ejército del Centro hubieran pasado. Sería entonces cuando él mismo comenzaría a retirase pasando al este de Vitoria.
Aunque el flanco derecho de D’Erlon estuviera superado, el inmediato peligro que acechaba a Reille venía de su retaguardia izquierda, las tropas británicas habían comenzado a empujar al este desde más allá de la localidad de Ali. No tenía sentido mantenerse en sus posiciones. A pesar de las órdenes de quedarse hasta que el ejército del Centro hubiera pasado, Reille mandó una inmediata  retirada desde las posiciones que se ocupaban a lo largo del Zadorra.
Ataque en Gamarra Mayor
No era fácil porque sus hombres estaban enzarzados en combate a lo largo de un frente desde Arriaga en su flanco izquierdo hasta Durana en su flanco derecho. Por otra parte, Oswald y la 5ª división estaban todavía presionando en Gamarra Mayor, mientras las tropas de Longa estaban queriendo explotar en su principal campo de batalla que se había circunscrito tan solo a Durana. A pesar de estas dificultades, Reille maniobró sus tropas con gran habilidad, haciendo buen uso de la caballería de Digeon, para retener a la caballería ligera inglesa, tanto dragones como húsares, que habían comenzado a hacer acto de presencia.
Fue ciertamente una situación comprometida en Arriaga, en el lado izquierdo de Reille, donde la brigada de infantería de Menne escapó a duras penas de las garras de la 15ª de húsares, que venía avanzando desde el sur  y trataba de aislarlos. Esto se consiguió a costa de un gran sacrificio. Sin embargo, no solo fueron forzados a dejar todos sus cañones atrás, en los alrededores de Arriaga, sino que  también perdieron al general  Sarrut, un militar veterano de la campaña peninsular y comandante de división de Menne. Sarrut fue mortalmente herido y sus hombres comenzaron la retirada.
Carga de los húsares franceses
A menos  de una milla al noreste de Vitoria se sitúa la pequeña localidad de Betoño, frente a la cual Reille había destacado la brigada Fririon en reserva. Esto serviría ahora como un punto de reunión. Tanto Menne como Fririon, apoyados por las brigadas de caballería Digeon, Boyer y Curto, estaban preparados para hacer sus últimos combates y permitir  que Lamartinière tuviera una retirada segura desde Gamarra Mayor.
Esta arriesgada empresa se fue realizando sin mayor dificultad, seguidos por los hombres de la 5ª división de Oswald que venían desplegándose a través del Zadorra en su persecución.
En Durana, mientras tanto, las tropas franco-españolas bajo el mandato de Casapalacios simplemente se habían escabullido a través de las colinas al noreste de Vitoria con los hombres de Longa siguiéndoles.
El ejército de José se enfrentaba ahora a la difícil tarea de salir de La Llanada que, de hecho, estaba parcialmente bloqueada por la misma ciudad de Vitoria. El francés también tenía un sinfín de impedimentos –el gran convoy del tesoro, carretas, el tren de equipaje, el parque de artillería y los cañones-. Era el caos, causado por esta gran obstrucción, combinada con la derrota del ejército francés, lo que llevó a increíbles escenas de desorden e increíble anarquía.
El Ejército de Wellington llegó como una apisonadora destruyendo cualquier resistencia ofrecida por los restos del ejército que huía hacia el este.
Al norte de Vitoria las tropas de D’Erlon se estaban retirando en total desorden a través de los campos, y a lo largo de caminos en malas condiciones, con la 3ª división persiguiéndoles.
Reille (artífice de la salvación del ejército francés)
Reille
Reille había colocado sus tropas en Betoño, esperando la llegada de Lamartinière desde Gamarra Mayor. Reille tuvo que retener también a las brigadas de Graham, a lo largo del Zadorra, bastante tiempo para conseguir que D’Erlon tuviera una buena vía de escape. Ahora, sin embargo, era su propio turno. No hacía mucho tiempo de la llegada de Lamartinière cuando Reille se retiró a la localidad de Zurbano, a unas 2 millas al este de Vitoria. Iba perseguido por todo el ejército de Grahamque había cruzado el Zadorra tan pronto como los franceses habían abandonado los puentes. Los perseguidores eran guiados por un escuadrón del 12º y otro del 16º de caballería ligera de dragones, que venían tras la retaguardia de Reille que acababa de llegar a la localidad de Zurbano. Había un claro en el bosque hacia el oeste. Al principio los dragones fueron rechazados por un combinado francés de dragones y húsares, pero después de reorganizarse cargaron de nuevo teniendo esta vez éxito en el intento. Después de repeler a la caballería francesa, los dragones británicos llegaron a través de la línea 36. Parte de de la brigada Fririon formó en cuadro a las afueras de la localidad, pero fue la infantería quién ganó el encuentro, y la caballería británica  fue rechazada por descargas de mosquete. Esto permitió a Reille tener a la mayor parte de la infantería a salvo a través de los campos y los caminos al norte de la carretera de Salvatierra. Haciendo esto, evitó la congestión y el desorden a lo largo de la carretera este de Vitoria. Reille también se preocupó de conseguir 2 de los  6 cañones de Lamartinière –resulta  increíble que solo 2 cañones se mantuvieran en manos francesas de los 153 que habían tenido en el campo de batalla-. Aquí la persecución perdió fuerza. La 5ª división estaba exhausta del trabajo hecho durante todo el día y de la corta persecución realizada. En efecto, la 5ª división acampó aquella noche en las afueras de Zurbano, y la 1ª división lo hizo cerca del Zadorra. Reille nunca sería ya amenazado por los aliados, aunque algunos de los hombres de Longa que llegaban por las colinas al este de Durana abrieron fuego a cierta distancia a las columnas en retirada.
Flanco izquierdo del ejército francés
En otra parte, las cosas no iban bien para los franceses. Al sur de Vitoria, el ejército de Gazan se estaba diseminando a través de los campos, cruzados por caminos que tenían dirección norte-sur, en vez de este-oeste. Así, los fugitivos fueron forzados a ir campo a través en su intento de salvación. Había poco tiempo para organizar la huida: era el “¡sálvese quien pueda!”. Las armas y equipamientos fueron desechados, y los carros de equipaje abandonados, mientras los cañones y los carros de munición fueron dejados en los campos. Los pocos cañones que se habían intentado mover, rápidamente se quedaron atascados en el terreno cenagoso y los tuvieron que dejar a las tropas aliadas. De hecho, Gazan dio órdenes de abandonar toda su artillería.
Mientras tanto las tropas de Cameron y Morillo habían comenzado a descender desde los montes de Vitoria, incluso a provocar el pánico entre las filas francesas ya que empezaron a presionar la retaguardia de los fugitivos, y cuando las primeras pistolas se escucharon desde la caballería de Wellington, los húsares de Grant tomaron un atajo a través de las afueras de Vitoria y la situación se tornó en un caos.
CONVOY
José I Bonaparte
El problema francés tenía su origen en el tamaño de su convoy. Era enorme, y de un gran valor. El gran convoy había comenzado a formarse en marzo de 1813 cuando, de acuerdo con las órdenes de Napoleón, José dejó Madrid y trasladó su cuartel general a Valladolid. Decidió llevar con él pinturas, bibliotecas, joyas de toda clase y descripción, dinero, colecciones de muebles y antigüedades, y todo el saqueo acumulado durante los cinco años de ocupación francesa de España. Además de este cargamento estaba el séquito de José, el gobierno y sus ministros, secretarios, sirvientes, parásitos, civiles y sus mujeres y familias de los propios soldados. Este extraordinario convoy había ido aumentando a medida que se dirigía al norte, atrayendo a más y más oficiales franceses y lacayos. En el momento que el convoy llegó a Vitoria se estima que el número de carruajes llegaba a los 3.000 y que su longitud alcanzaba las 12 millas. Habría que añadir el equipo del ejército, las reservas de artillería, los carros de munición, los suministros, ambulancias, los equipos de forja y diversos equipos más.
En aquellos días, en concreto el 19 de junio, había llegado un cargamento desde Francia que contenía no menos de cinco millones y medio de francos de oro para el tesoro real. Este premio era el que iba a convertir en soldados de una voracidad infame a los miembros del ejército de Wellington. La situación podría haber sido peor para los franceses si parte del convoy no hubiera salido el mismo día 19 de junio por la carretera de Francia, bajo el mando del general Rey, que había sido recientemente nombrado comandante de la guarnición de San Sebastián. Maucune había abandonado también la ciudad  a primeras horas de la mañana del día mismo de la batalla con otra parte del convoy. Sin embargo quedaban todavía alrededor de 2.000 vehículos obstaculizando las salidas desde Vitoria al este de la ciudad, tanto como la gran cantidad de personal no militar, quienes habían estado siguiendo el progreso de la batalla aumentando la ansiedad. Poco a poco los proyectiles aliados comenzaron a explotar en los alrededores de Vitoria y la angustia rápidamente se convirtió en histeria y pánico, que aumentó cuando las primeras tropas del ejército Sur de Gazan comenzaron a sobrepasarlos en oleadas desde el campo de batalla. Todo esto, solo servía para aumentar el atasco a lo largo del estrecho camino a Salvatierra, que era la única dirección para la salvación de las fuerzas derrotadas de José Bonaparte.
Huida de José Bonaparte
Ataque húsar a la retaguardia francesa
Orinal real
El mismo José había huido del campo de batalla alrededor  de  las 6:00 de la tarde junto con Jourdan tratando de mantener la apariencia de orden dentro del caos que se vivía a su alrededor. Los asistentes de José estaban siendo absorbidos por la marea de pánico. Dándose cuenta que no había nada que pudiera hacer, José se metió en su carruaje y trató de escapar. Poco después, sin embargo, él mismo y su séquito se encontraron atascados en medio de la agitada, aterrorizada multitud de refugiados del campo de batalla. Pronto los gritos aumentaron ya que los húsares británicos iban sobre ellos. Estaban las caballerías húsar 10ª, 15ª y 18ª que venían arrasando desde los alrededores del norte de Vitoria (algunos relatos dicen que ellos fueron a través de la ciudad) y cargaron al este directo a la retaguardia en total confusión. A pesar del caos, algunas unidades francesas intentaron resistir a la caballería de Graham, en particular algunas de la Guardia Real de José, como la del 5º de cazadores y el 4º y 26º de dragones. No pudieron parar a los húsares británicos. El capitán Windham del 10º de húsares alcanzó el carruaje de José en el mismo momento en el que el rey salía por la otra puerta. José evitó ser capturado por segundos, dejando detrás de él su espada, sellos, algunas ropas, joyas y su orinal. Jourdan también perdió muchas pertenencias personales, incluyendo su bastón de mariscal. Fueron cogidos por un cabo del 18º de húsares y enviados más tarde por Wellington al príncipe regente.
Apresamiento del carruaje del rey
Carga del 13º de Dragones Ligeros
La caballería de Wellington apenas había estado comprometida durante todo el día, pero ahora, con el ejército francés en plena huida, existía la necesidad de llevar a cabo la persecución. Era una perfecta oportunidad para ellos de demostrar que podían hacerlo, pues nunca antes en los campos de batalla de la península se había dado una ocasión como ésta para esta sección del ejército.
Además se perdió la oportunidad de acabar con el ejército francés por una vieja enfermedad del soldado británico: el deseo del saqueo. Esto no estaba solo  limitado a la caballería, también la infantería había parado para llenar sus bolsillos. De este modo se permitió a los franceses escapar tan lejos como pudieron.

LA PERSECUCIÓN DETENIDA
El final de la batalla de Vitoria es bien conocido. Los hombres de Wellington se encontraron una escena increíble como perseguidores del ejército francés: los campos cubiertos por los restos del gran convoy de tesoros de José, sedas, libros, pinturas y joyas, todo mezclado con los restos y desechos de guerra. El saqueo del convoy empezó, sin embargo, con la huida de los soldados franceses que desvalijaron sus propios carros. Los hombres de Wellington simplemente se unieron. Como en Ciudad Rodrigo y Badajoz, no era inusual ver tanto amigos como enemigo desvalijando un baúl y repartirse el contenido.
Pillaje
Se ha dicho que nunca antes se había visto conseguir tan gran botín en el campo de batalla, y verdaderamente hay una explicación para esto.
Los más importantes carromatos eran los que habían llegado el 19 de junio trayendo millones de francos de oro pertenecientes al subsidio francés. Wellington había esperado  que esto llenara su propio baúl militar, y pagar los atrasos que debía a sus hombres, pero quedó totalmente decepcionado porque tan solo 250.000 francos fueron recuperados, el resto se lo llevaron los soldados.
El tesorero de José, Thiebault, fue tiroteado y  muerto en el acto al intentar defender la caja que contenía 100.000 francos.
Conclusión
Para terminar, unas palabras atribuidas al conde Gazan: “perdieron todos sus convoyes y equipajes, todos sus cañones, todo su dinero, todas sus provisiones y todos sus papeles; de modo que nadie podía probar lo que se le debía, y que generales, oficiales y soldados, viéronse reducidos a lo que llevaban encima, hallándose la mayor parte hasta descalzos”.  Jamás se vio ejército peor empleado; apenas tomó parte en la refriega una mitad de las tropas y  sin embargo fue completa la derrota, si bien el vencedor no supo tornarla en su provecho cual debiera.
ASKARTZA-VITORIA EL 21 DE JULIO DE 1813
Plano del Campo de la Batalla de Vitoria
El motivo por el que hemos estado tratando el tema de “La Batalla de Vitoria” es por la presencia de Askartza-Vitoria en la retirada francesa.
Askartza-Vitoria  y los pueblos de su alrededor estuvieron presentes durante la huida del ejército francés, una desbandada que comienza aproximadamente a las 5:00 de la tarde.
Leval abandona su posición en la localidad de Ariñez sobrepasando el Camino Real y se dirige  hacia el flanco izquierdo en el que estaba el ejército de Andalucía, cuando se descompensa todo el frente y antes de verse superado por los dos flancos, el conde de Gazan al frente del ejército de Andalucía manda la retirada de su ejército sin esperar órdenes de José Bonaparte.
Según Becerro de Bengoa en su obra “Descripción de la Batalla de Vitoria”: “Gazan pasó por Gomecha y Armentia, y tomando el camino de Zumaquera se dirigió hacia Argómaniz.”
Camino de Aracaya que se dirigia a Ilarraza
Si tenemos en cuenta el mapa del coronel Juan Velasco Marqués de Villa-Antonia, editado en 1858, se puede ver en él, el camino de retirada que utiliza el ejército francés y que coincide con lo narrado por Becerro de Bengoa en su obra “Descripción de la Batalla de Vitoria”. En él se observa que el ejército en retirada toma el camino de Zumaquera y se dirige a la localidad de Arcaya, cruzándola. Posteriormente atraviesa la carretera de Estella, sigue por un antiguo camino hoy ya desaparecido que continuaba hasta Ilárraza y desde esta localidad, dirigirse a Pamplona.
Río Oscuro desde el alto Petriquiz
Este camino que iba desde Arcaya hasta Ilárraza desapareció en los años 60-70 del siglo pasado cuando se hizo la concentración parcelaria. Dicho camino atravesaba el término de Askartza conocido como Río Oscuro, por el cual atraviesa el río Errekaberri. Hasta la concentración parcelaria había un puente que permitía cruzar el río, pero con la concentración también desapareció.
Río Oscuro
Durante el atardecer del día 21 de junio de 1813, este camino y este puente a los que nos referimos fueron de obligado uso para el ejército de Andalucía al mando del conde Gazan en su necesidad de alcanzar el camino de Pamplona.
Cuando en los años 60 del siglo XX se introdujo la tracción mecánica en los trabajos agrícolas, los arados penetraban más en la tierra sacando al exterior balas de cañón de diferentes calibres. Tipos de balas encontradas:
Bala de cañón o Roundshot.
Cañón dragón
Las balas de cañón eran bolas sólidas de hierro que variaban en tamaño y su peso: 3 libras, 6 libras o 12 libras.
Si bien los hombres podrían ser aplastados por una Roundshot, rebotando en la tierra seca el daño era aun mayor. En cambio en caso de lluvia la bala se quedaría enterrada al tocar la tierra húmeda y se detendría.

Una bala de cañón impactando en un batallón en línea frontal golpearía, a lo sumo, a no más de 2 o 3 soldados, en cambio al hacerlo en una columna podría derribar a 20 o más infantes.


El Bote de metralla o Canister.
Era letal a corta distancia. Construido de estaño fino, el bote estaba lleno de bolas de plomo de hasta 200 gramos cada una y se rompían al salir del cañón.
La expansión de los proyectiles podría romper las filas enemigas, dejándoles enormes brechas en la línea.

Granada o Shell.
El shell era de piel delgada, con un fusible de tiempo corto de modo que iba a explotar en el interior de gran parte de las tropas enemigas. La cáscara al desintegrarse rociaría de metralla un área grande, hiriendo o matando a tantos oponentes como fuera posible.
¿Balas clase shell? Tienen un diámetro de 16,98 cm y un peso de 20 kg, con orificio hueco. encontrada en el cauce del río Errekaberri en el término de Río Oscuro.



Quiero dar mis agradecimientos a las familias Ortiz de Zárate, Caicedo y Arrausi de la localidad de Askartza-Vitoria por la información que me han facilitado.

Más información sobre la Batalla de Vitoria en la Llanada.


BIBLIOGRAFÍA
Becerro de Bengoa. Revista Contemporánea. “El General Álava”. Madrid 1884.
Ian Fletcher. Vittoria 1813. Osprey Military. Campaign Series.
Conmemoración del 150 Aniversario de La Batalla de Vitoria 1813-1963.Diputación Foral de Álava.
La Batalla de Vitoria 1813. El fin de la aventura. Emilio Larreina. Almena Ediciones. Madrid 2009.
Internet.

No hay comentarios:

Publicar un comentario